martes, 6 de agosto de 2013



Las emociones tienen una gran importancia y utilidad en nuestras vidas, puesto que nos ayudan a responder a lo que nos sucede y a tomar decisiones, mejoran el recuerdo de sucesos importantes y facilitan nuestras relaciones con los demás. No obstante, también pueden hacernos daño cuando suceden en el momento inapropiado o con la intensidad inapropiada.

Las emociones no solo nos hacen sentir algo, sino que nos suelen empujar a hacer algo (por ejemplo, para dejar de sentir una emoción negativa) y provocan cambios en nuestra fisiología (como aceleración del corazón, sudoración, etc.).
 Cuando sentimos una emoción solemos responder a ella, y esta respuesta hace que cambie la situación, lo que a su vez puede dar lugar a otra emoción y otra respuesta.
 Una discusión entre dos personas puede ser un buen ejemplo de esto: la emoción negativa que sientes cuando alguien te hace un reproche te lleva a responder diciéndole algo que hace que esa persona sienta ira y responda de un modo que genera en ti desprecio y otra respuesta negativa, y así sucesivamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario